El primer paso es transformar una idea en un concepto viable. Debes identificar un problema real que tu producto resuelva. Aquí surge un gran desafío: la validación del mercado. Muchos emprendedores subestiman la importancia de conocer a fondo a su cliente objetivo, y esto puede llevar a lanzar productos que no tienen demanda real.

Aquí es donde nuestra experiencia como agencia cobra mayor relevancia. El diseño industrial es crucial no solo para crear productos estéticamente atractivos, sino también para garantizar que sean fáciles de fabricar, eficientes en el uso de materiales y funcionales para el usuario final.

Un error común es no darle suficiente importancia al diseño en las fases iniciales, lo que puede traducirse en costes inesperados durante la fabricación. En lles, colaboramos estrechamente contigo para optimizar cada aspecto del producto.

El prototipado es la primera oportunidad de ver tu producto en acción. Aquí se suele topar con uno de los principales problemas: los fallos. Pero estos son una oportunidad para mejorar. A menudo, en esta fase surgen mejoras en el diseño que no habíamos considerado antes, por lo que es esencial estar dispuesto a iterar y ajustar.

Pasar del prototipo a una producción en masa implica tomar decisiones estratégicas. ¿Qué procesos de fabricación son los más adecuados? ¿Cómo reducimos los desperdicios? Aquí los emprendedores suelen enfrentarse a dilemas de costes y tiempos de entrega. Nosotros te ayudamos a encontrar soluciones eficientes que equilibren ambos factores.

Aquí se suele complicar el proceso, ya que encontrar el fabricante adecuado no es sencillo. Una mala elección puede significar retrasos, sobrecostes o una baja calidad del producto final. En lles, contamos con una red de fabricantes de confianza que conocemos y que hemos seleccionado por su seriedad y compromiso con la calidad.

La negociación con los fabricantes es clave. Muchos emprendedores no tienen claro qué términos y condiciones deben definir para protegerse ante imprevistos. Es importante dejar claros los tiempos de entrega, estándares de calidad, y acuerdos de confidencialidad si tu producto es innovador. Además, asegúrate de que los fabricantes cumplan con normas internacionales como las ISO, que establecen estándares de gestión de calidad, o las IEC, centradas en la seguridad y rendimiento de productos eléctricos y electrónicos. Estas certificaciones no solo garantizan la calidad, sino que también te protegen frente a posibles problemas legales y comerciales en el futuro.

Una vez en producción, muchos piensan que el trabajo está hecho, pero aquí es donde debes prestar más atención a los controles de calidad. Nosotros te ayudamos a establecer sistemas de control para asegurar que el producto final cumpla con las expectativas y las normativas.

Recortar costes en materiales o procesos puede llevar a productos defectuosos que dañen la reputación de tu marca. Es mejor invertir en calidad desde el principio.

Mantener un canal de comunicación abierto y claro con tus proveedores es crucial para evitar errores costosos. En lles, gestionamos esta relación para que siempre tengas control sobre cada etapa.

No te cierres a modificar el diseño o el concepto a medida que avanzas en el proceso. A veces, pequeños ajustes pueden marcar una gran diferencia en el éxito del producto.

Desde el marcado CE hasta las normativas de seguridad, es fundamental cumplir con las regulaciones. Esto no solo te evitará problemas legales, sino que también te ayudará a generar confianza en el mercado.